“Me invitaron a un congreso para realizar una presentación sobre los errores diagnósticos de algunas patologías que puedan confundirse con el glaucoma. Me llevó tanto trabajo reunir el material y tuvo tan buena acogida, que busqué una red de colaboradores para elaborar juntos un libro sobre este tema”. Y así es como la doctora Maria Isabel Canut, coordinadora del departamento de glaucoma del Centro de Oftalmología Barraquer, recuerda cómo hace más de un año comenzó la elaboración de este atlas, titulado ‘Defectos campimétricos no glaucomatosos’, que ha sido presentado recientemente en el último congreso de la Sociedad Española del Glaucoma.
Para entender qué es un defecto campimétrico, debemos fijar la mirada en un objeto delante de nosotros y apreciar otros que están a su alrededor sin desviar la mirada: a ese espacio se le llama campo visual. El defecto campimétrico responde a la ausencia total o parcial de visión en esa zona.
Confusión con la patología glaucomatosa
El libro parte de la premisa de que el defecto campimétrico no es exclusivo del glaucoma y pone el acento en la importancia de las pruebas complementarias asociadas al diagnóstico de esta patología –básicamente la tomografía de coherencia óptica (OCT) y la campimetría– que, según reivindica la doctora, han pasado ya a ser imprescindibles, pues resultan fundamentales en el diagnóstico diferencial de toda patología del nervio óptico, así como de la capa de fibras neurorretinianas.
Para ilustrar la idea de que no todo defecto del campo visual y tomográfico es sinónimo de glaucoma, se han seleccionado los 10 defectos más relevantes en cuanto a su facilidad de ser confundidos con la patología glaucomatosa. De esta forma, encontramos entidades mucho menos frecuentes y con menos prevalencia como alteraciones papilares congénitas, así como distintos defectos neurológicos adquiridos. El resultado es mucho más que una descripción: se trata de un trabajo clarificador, totalmente actualizado y documentado de una forma exquisita.
La obra, coordinada por la doctora Canut, ha contado con la participación de un equipo de oftalmólogos con brillantes trayectorias, como Gema Rebolleda, jefa de sección de glaucoma y neuroftalmología en el Hospital Universitario Ramón y Cajal; Andrés Fernández-Vega, oftalmólogo adjunto del departamento de glaucoma en el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega; Marta Mármol, oftalmóloga adjunta del departamento de glaucoma del Centro de Oftalmología Barraquer, así como Marco Sales, médico adjunto de la sección de órbita y oculoplástica del servicio de oftalmología en el Hospital Universitario Ramón y Cajal.
Un atlas necesario
Tal y como destaca la doctora Canut, el libro se dirige a todos los profesionales de la oftalmología: “Los glaucomatólogos convivimos con esta patología, pero el resto de los oftalmólogos y médicos residentes, aunque no se dediquen al glaucoma, también tienen pacientes con la enfermedad», por lo que «conocer estos defectos campimétricos y tomográficos es fundamental para no cometer errores diagnósticos y de tratamiento”.
De hecho, ella misma confiesa que le hubiera encantado tener este atlas por su gran utilidad al identificar unas alteraciones morfológicas que pueden acarrear “un dolor de cabeza a nivel diagnóstico” porque no existía ninguna publicación previa que condensara esta información. No es de extrañar que la reacción de los que ya han tenido el libro en sus manos haya sido que se trata de un atlas que “hacía mucha falta”.