¿QUÉ ES LA CIRUGÍA ADR?
La cirugía ADR es un proceso quirúrgico por el cual se sustituye un disco lumbar o cervical degenerado por una prótesis artificial, que cumple las funciones de un disco natural sano. Esta intervención se aplica en pacientes que sufren problemas de degeneración de disco cervical o lumbar y dolor crónico, que no han mejorado con tratamientos conservadores.
En el Instituto Clavel, pioneros en ADR, utilizamos la técnica de abordaje anterior a la columna para la colocación del disco artificial. Gracias a ella evitamos abrir la musculatura de la espalda, reducimos el dolor postoperatorio y conseguimos una recuperación más rápida y mejor del paciente.
RESULTADOS DE LA TÉCNICA QUIRÚRGICA
En el Instituto Clavel contamos con más de 20 años de experiencia y más de 1.500 operaciones ADR realizadas con éxito. Esto nos permite realizar este tipo de intervención con seguridad y obtener los mejores resultados para nuestros pacientes.
Hemos comprobado que la técnica de sustitución de disco es eficaz para reducir de forma considerable el dolor en el 90% de los casos, lo que se traduce en un aumento directo de su calidad de vida. Además, aproximadamente el 70% ha podido volver a practicar deporte de forma completa, una tasa que no se había alcanzado con otras cirugías de columna.
¿EN QUÉ CONSISTE LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA ADR?
La experiencia y los avances en innovación de los últimos años han permitido que el proceso de intervención quirúrgica de ADR mejore notablemente, convirtiéndose así en la mejor opción para aquellos pacientes con degeneración de disco lumbar y cervical.
Las prótesis que se implantan actualmente presentan alta resistencia al desgaste y tienen un comportamiento biomecánico muy similar al del disco natural. Esto nos ha permitido llevar a cabo cirugías con mayor seguridad y mejores resultados clínicos. Descubre más sobre los tipos de cirugía y el proceso quirúrgico a continuación.
TIPOS DE CIRUGÍAS ADR
Reemplazo del núcleo del disco
La sustitución del núcleo del disco no es posible en el caso de los discos cervicales debido a su tamaño y a las complicaciones y los resultados clínicos obtenidos en los diferentes estudios que se han desarrollado a lo largo de los años.
A finales de los 90 y en la primera década del 2000, salieron al mercado diferentes propuestas y diseños de sustitutos artificiales de núcleo discal lumbar.
En 2007, algunos de los médicos integrantes del Instituto Clavel participamos en un estudio multicéntrico junto con varios centros tecnológicos europeos llamado Custom Implantable Medical Devices. Pensamos que si conseguíamos diseñar una prótesis de núcleo a medida disminuiría la incidencia de extrusión y de subsidencia, problemas inherentes a este tipo de prótesis. Para ello buscamos el que podía ser el mejor material posible: un poliuretano con características muy similares al disco lumbar. Sin embargo, se encontraron dificultades significativas para su implantación y, seguramente, también se habrían encontrado limitaciones en los resultados clínicos, dado que el núcleo no es el único generador de dolor.
Por ello, y a pesar de lo atractiva que resulta la idea de la sustitución solo del núcleo del disco, en Instituto Clavel creemos que la cirugía de referencia en los casos de discopatía degenerativa lumbar y cervical es la sustitución total (o casi total) del disco con una prótesis de disco artificial.
Reemplazo total del disco
Con la sustitución total o casi total del disco conseguimos la eliminación de todos los agentes causantes de dolor: el núcleo degenerado, el anillo degenerado y fisurado, las terminaciones nerviosas sinovertebrales y el platillo degenerado.
Con esto, el resultado clínico suele ser muy satisfactorio, con un porcentaje de buen resultado superior al 95%. Además, conseguimos mantener el movimiento de la articulación.
A pesar de que muchos cirujanos siguen considerando a la artrodesis o fusión lumbar o cervical como la cirugía de elección, en el Instituto Clavel consideramos que ADR es la mejor opción en los casos de degeneración discal debido a las ventajas que presenta y a la mejora en los diseños y materiales que han tenido lugar en los últimos años.
PROCESO QUIRÚRGICO
Si estás valorando la cirugía ADR como una alternativa para acabar con el problema de degeneración discal, es probable que te surjan muchas dudas en torno al proceso quirúrgico. Con el objetivo de despejar tus dudas, a continuación, te contamos cómo se desarrolla la intervención en las distintas etapas de la misma.
En el Instituto Clavel, además, ofrecemos un programa de Preparación, Empoderamiento y Recuperación Quirúrgica del paciente (PERQ) que facilita todo el proceso, desde la preparación para la intervención hasta la recuperación postoperatoria.
ANTES DE LA CIRUGÍA
La cirugía de ADR lumbar o cervical, como todas las cirugías, implica una valoración previa y detallada de cada caso. Para ello, los pacientes deben ponerse en contacto con el Instituto Clavel para concertar una cita y así poder proporcionar al especialista toda la información necesaria. Una vez hecho esto, recibirá la valoración completa del especialista en, aproximadamente, una semana. Si el médico lo estimase conveniente, se solicitarán pruebas adicionales a realizar antes de la cirugía.
A partir de este momento, se activará la preparación preoperatoria incluida en nuestro PERQ, que incluye protocolos específicos para reducir el estrés y facilitar esta etapa del proceso.
En caso de que el paciente se haya sometido con anterioridad a algún tratamiento (quirúrgico o no quirúrgico) para acabar con el dolor derivado del problema de degeneración discal, es importante que lo comunique para que el cirujano lo tenga en cuenta antes de la intervención. Asimismo, es fundamental que conozca su historial médico y si hay algún tratamiento que esté siguiendo actualmente.
DURANTE LA CIRUGÍA
Cuando llega la fecha programada para la operación, se activan los protocolos de nuestro programa PERQ para la cirugía, que tienen como objetivo facilitar esta etapa del proceso.
El paciente ingresa en el hospital el mismo día de la operación en ayunas de al menos 6 horas antes de la cirugía. Durante la espera a la intervención, el paciente está en la habitación del hospital, en la que puede estar acompañado de sus familiares y amigos.
Tras esto, es llevado al área quirúrgica donde el anestesista le hará unas preguntas y después firmará un consentimiento informado de los posibles riesgos anestésicos.
A continuación, se procederá a realizar la intervención a nivel lumbar o cervical, que suele durar aproximadamente una hora. Aunque depende de cada caso, a modo orientativo, cada nivel extra supone unos quince minutos más. Al terminar, se despierta al paciente en el quirófano y se le traslada a una zona de reanimación, donde es vigilado durante unas dos horas antes de llevarle a la habitación.
El alta del hospital puede variar en función de cada caso. El paciente permanece de media 1 día en el caso de que se haya intervenido de artroplastia cervical, y si ha sido de artroplastia lumbar, los pacientes permanecen en el hospital una media de 3 días.
Es totalmente normal que en el postoperatorio el paciente sienta algunas molestias en la zona de la herida o en la zona cervical o lumbar, pero estas van remitiendo con los días.
POST-OPERATORIO Y RECUPERACIÓN DEL PACIENTE
La recuperación de la cirugía de ADR, tanto si es cervical como lumbar, es progresiva y en ella, como es normal, el paciente puede notar molestias. Durante la primera semana se recomienda que el paciente camine y no realice esfuerzos.
Tras esta, en torno a los 7 y 10 días tras la intervención, el paciente es citado para su seguimiento. En esta cita se realiza una cura de la herida y se retiran las tiritas de sutura, ya que no se aplican puntos externos.
Después, y como recomendación general, el paciente no debe realizar esfuerzos ni adoptar malas posturas durante los tres primeros meses tras la cirugía, y en especial durante el primero. Este podrá empezar a nadar pasado un mes de la cirugía y a correr o montar en bicicleta transcurridos los 3 primeros meses.
Al cabo de unas 3 semanas, el paciente puede reincorporarse a su actividad laboral si esta no supone esfuerzos. Para los pacientes que sí los realizan, la reincorporación se suele producir transcurridas 6 semanas desde la intervención. Alternativamente, es recomendable que se realicen sesiones de rehabilitación tuteladas en un centro de fisioterapia especializado.
Aparte de las recomendaciones generales, existen indicaciones específicas en función de si la intervención ha sido lumbar o cervical. En el Instituto Clavel no se recomienda el uso de fajas lumbares de forma rutinaria. Solo se indican en algunos casos, durante un breve periodo de tiempo, cuando el paciente nota cierta distensión abdominal.
Por otro lado, a los pacientes intervenidos de ADR cervical les recomendamos que lleven un collarín cervical blando – proporcionado en el hospital, y que puede ser retirado para comer y dormir – hasta el día de la retirada de las tiritas de sutura.
Por supuesto, las indicaciones dependerán de cada paciente y se harán de forma totalmente personalizada en cada caso. Además, el personal está disponible para que el paciente pueda consultar cualquier duda sobre su recuperación a través de los canales habituales como el teléfono o por correo electrónico.
CONTROL DEL DOLOR POSTOPERATORIO
Las molestias o el dolor postoperatorio son normales, pero en el Instituto Clavel nos aseguramos de que esta fase sea lo más llevadera posible para el paciente.
Durante el ingreso hospitalario, el paciente recibirá analgésicos de forma endovenosa para mitigar las molestias derivadas de la intervención.
Tras el alta, la medicación será vía oral y prescrita por el médico según cada caso. Esta se retirará de forma paulatina en las visitas posteriores al Instituto Clavel.
Esta medicación pautada durante y tras el ingreso hospitalario cubre de forma suficiente las necesidades analgésicas tanto de la cirugía de ADR cervical como lumbar.
EJERCICIOS DE REHABILITACIÓN
Tras una intervención de ADR, el paciente tendrá que realizar entrenamientos postoperatorios siguiendo una serie de ejercicios pautados.
DISCOS ARTIFICIALES
Los discos artificiales de nuestra elección son los elastoméricos, todos ellos de tercera generación. Esto quiere decir que el núcleo es de un material elastomérico (en este caso el poliuretano) que imita de la mejor manera posible la mecánica del disco natural.
Nosotros utilizamos el disco M6 cervical o lumbar y el disco ESP cervical o lumbar, siendo el primero menos constreñido que el segundo. Esto hace que uno u otro sea el de elección según la anatomía y los requerimientos mecánicos de la columna del paciente.
¿QUIÉN PUEDE SOMETERSE A UNA CIRUGÍA DE ADR?
En general, la gran mayoría de los pacientes con problemas de degeneración discal son candidatos a la cirugía de ADR. También en el caso de los atletas, que suelen volver a la actividad total e, incluso, a la competición en un plazo estimado de tres meses. De hecho, en Instituto Clavel hemos visto cómo hasta un 70% de los pacientes intervenidos de ADR lumbar vuelven a la actividad deportiva.
EFECTOS SECUNDARIOS DE LA CIRUGÍA
Los efectos secundarios de la cirugía de ADR son muy bajos. Estos son algunos de los que hemos visto en nuestros años de experiencia:
- Hemos visto que algunos pacientes tenían dolor residual o dolor lumbar nuevo que puede atribuirse a un cierto estrés biomecánico de las articulaciones interapofisarias, también conocidas como facetas. Estos casos mejoran con infiltraciones o con radiofrecuencia.
- Hemos observado muy pocos casos de hundimiento de prótesis de disco lumbar que se han dado, sobre todo, en mujeres menopáusicas por encima de los 50 años. Es por ello que, a todos los pacientes por encima de los 50 años, o por encima de los 40, en el caso de las mujeres, les solicitamos una densitometría ósea previa para conocer la calidad de sus vértebras.
- Se han presentado algunos casos de extrusión o desplazamiento anterior del implante, todos ellos solucionados mediante reintervención y recolocación del implante.
- Existe un riesgo del 0,5% de eyaculación retrógrada, especialmente cuando se opera el disco L5-S1, de la que se avisa a los varones antes de la intervención. No obstante, en la mayoría de los casos se resuelve.
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