¿Qué es el astigmatismo?
El astigmatismo es un defecto de refracción (ametropía) en el que el ojo no es capaz de formar una imagen nítida a partir de un objeto debido a que la potencia del sistema óptico varía entre los meridianos principales; el de mayor y menor potencia.
La principal causa suele ser la falta de simetría corneal (toricidad). Además existe cierto grado de toricidad en el cristalino o en la retina, entre otros, que puede producir pequeños astigmatismos.
Existen varias clasificaciones, según su regularidad (regular e irregular), según la dirección de los meridianos principales (directo, inverso y oblicuo), o según el error refractivo (simples o compuestos; miópicos, hipermetrópicos o mixtos)
Síntomas
Los síntomas del astigmatismo son presencia de visión borrosa tanto en visión lejana como en cercana. Además, tras trabajo visual prolongado, los pacientes pueden presentar dolor ocular y cefaleas ocasionales. En la infancia, el astigmatismo sin corrección puede llevar a la ambliopía (ojo vago)
Mediante estudio refractivo y pruebas de imagen como la topografía corneal (mapa corneal) se estudia de manera minuciosa los distintos tipos de astigmatismo.
Tratamiento
Existen diferentes tratamientos correctivos, se debe escoger el que mejor se adecue al tipo y magnitud del astigmatismo que presente el paciente.
Las opciones terapéuticas son corrección con gafas y lentes de contacto tóricas. Desde hace años otra opción es la cirugía refractiva con láser (técnica LASIK y PRK). Son las más utilizadas, por su probada seguridad y eficacia.
Prevención
El astigmatismo es una situación refractiva que no se puede prevenir, aunque evitar el frotamiento de los ojos podría ayudar a mayor estabilización. Además, es importante hacer controles ante la sospecha y en niños, para evitar situaciones de disminución visual irreversibles.