Cambio de color de ojos ¿es segura esta operación? | Valenia Health Services

El cambio de color de ojos es una operación de estética cada vez más demandada por la población en general pero ¿qué riesgos conlleva? ¿Son seguras las técnicas que se realizan a día de hoy? El doctor Juan Álvarez de Toledo, del equipo médico de Oftalvist Barcelona, arroja luz sobre esta importante decisión para nuestra salud visual.

 ¿De qué depende el color de nuestros ojos?

El color de nuestros ojos depende de la cantidad y distribución del pigmento llamado melanina en el iris, tejido fibromuscular que forma el diafragma pupilar. Existen dos tipos de melanina, la eumelanina, de color marrón oscuro y la feomelanina, de color pardo-rojizo. En función de la cantidad de melanina presente en el epitelio del iris, en su estroma y de la densidad de este, obtendremos un color u otro.

 ¿Cuáles son los colores más habituales y por qué?

El color más habitual en el mundo es el color marrón, excepto en Europa, en donde se generaron una diversidad de colores: avellana, verde, azul y gris. Se pensó inicialmente que se asociaban a los genes que controlan la pigmentación de la piel, pero no existe relación en la gran mayoría de casos.

También se atribuyó a un posible cruce genético con los neandertales, pero el escaso flujo de genes no justifica la gran incidencia de colores diferentes al marrón en Europa. Finalmente algunos genetistas afirman que la respuesta se debe a la selección sexual: cuando un sexo supera en número al otro, los individuos del primer grupo deben competir por una pareja, recurriendo a estrategias para captar la atención, tales como el uso de colores brillantes o llamativos.

 ¿Podemos cambiarnos el color de ojos?

El cambio en la coloración de los ojos es un deseo cosmético que experimentan muchas personas, aunque el conseguirlo no es un proceso sencillo. Para ello existen técnicas reversibles o irreversibles.

La forma más sencilla y reversible es el empleo de lentes de contacto cosméticas, disponibles en múltiples colores en el mercado y con las que se obtienen excelentes resultados cosméticos, aunque es necesario un empleo racional para evitar complicaciones como conjuntivitis o formas graves de infecciones corneales.

Dentro de las soluciones definitivas existen técnicas quirúrgicas como la queratopigmentación o tatuaje corneal, en la que mediante la realización de un pequeño bolsillo circular en el interior de la córnea con un láser de femtosegundo y su relleno con distintas tonalidades de pigmentos, se puede conseguir un tatuaje corneal con el que se obtenga un resultado cosmético convincente.

La queratopigmentación puede realizarse con finalidad terapéutica en ojos con patología que requieran un tratamiento para corregir defectos del iris.

Otra técnica consiste en la despigmentación del iris con la aplicación de varias sesiones de un láser especial, que libera la melanina de este, obteniéndose un cambio en su coloración. También se diseñaron iris artificiales que se colocaban dentro del ojo, delante del iris natural, pero con resultados desastrosos en la gran mayoría de casos.

 ¿Son técnicas seguras? ¿Cuáles son los riesgos?

De las técnicas empleadas actualmente, la decoloración del iris con láser es la técnica que entraña un mayor riesgo, ya que el láser provoca la liberación del pigmento en el humor acuoso, el cual puede obstruir la malla de drenaje y provocar un aumento de la tensión ocular, lo que se conoce como glaucoma y, que si no se puede controlar, puede provocar lesiones irreversibles en el nervio óptico y en la visión.

La queratopigmentación es un proceso realizado en la córnea y puede producir pequeños cambios en la graduación, alteraciones en la visión periférica o nocturna y podría plantear alguna dificultad en futuras cirugías intraoculares que fueran necesarias.

Asimismo la tolerancia a largo plazo de los pigmentos empleados y su degradación son factores a tener en cuenta. Es una técnica menos agresiva que la anterior, pero no exenta de potenciales complicaciones.

 ¿Cuál es la opinión del sector oftalmológico al respecto?

La gran mayoría de los oftalmólogos se han posicionado en contra de las técnicas de cambio de coloración de los ojos por considerar inasumibles los riesgos de una cirugía en un ojo sano por una única motivación cosmética. La decoloración del iris con láser o el implante de iris artificiales ya han sido abandonadas por sus graves potenciales complicaciones.

En cambio, la queratopigmentación con fines cosméticos está siendo practicada en algunos centros internacionales desde hace varios años, pero la escasa presencia de publicaciones a largo plazo en revistas oftalmológicas de prestigio revisadas por pares, y a pesar de sus conclusiones positivas,  aún mantiene en contra de su generalización a la comunidad oftalmológica.

La realización de la queratopigmentación en ojos patológicos en cambio se podría considerar plenamente justificada, al solucionar problemas que afectan a la calidad visual de los pacientes, como en aquellos casos en los que haya una pérdida parcial o total del iris.

En cuanto  a la queratopigmentación cosmética, al ser una técnica muy poco generalizada y controvertida en la actualidad, creemos que la prudencia obliga a esperar a que los resultados a largo plazo demuestren si la técnica es completamente segura y cuáles son los porcentajes de complicaciones que se presentan para poder informar adecuadamente a los pacientes.

Artículo médico por el doctor Juan Álvarez de Toledo.