Queratoprótesis de Boston | Valenia Health Services

¿Qué son?

Las queratoprótesis son “córneas artificiales” que ayudan a recuperar la visión en situaciones en las que la córnea y la superficie ocular están tan afectadas que un trasplante de córnea no sería viable – la idea es tan simple como la de colocar una ventana en la pared de una casa para poder ver a través de ella.

Una de las queratoprótesis más utilizadas actualmente es la queratoprótesis de Boston (B-Kpro), con más de 15.000 unidades implantadas en el mundo. En centro Barraquer tenemos más de 40 años de experiencia con diversas queratoprótesis; en el caso concreto de la B-Kro llevamos más de 10 años implantándola con éxito.

¿En qué consiste el tratamiento?

La B-Kpro consta básicamente de un cilindro óptico de plástico (PMMA) con forma de “seta”, que actúa como una lente, alrededor del cual se coloca una córnea donante, y con un plato posterior de titanio que evita que la córnea se desprenda de la óptica.

El plato posterior de titanio le da un aspecto azulado al ojo, una vez implantada la prótesis. La cirugía de B-Kpro difiere mínimamente de una cirugía de trasplante de córnea estándar. Una vez ensamblada la prótesis con la córnea donante, el complejo se implanta en el ojo del paciente de manera idéntica a un trasplante de córnea – con puntos de sutura.

¿Cuándo está indicado este tratamiento?

Las indicaciones de la B-Kpro incluyen aquellas patologías corneales con opacidades densas en las que un trasplante de córnea no funcionaría o fracasaría precozmente.

Para el éxito de este implante, es imprescindible que los párpados estén sanos, con un buen cierre de estos, y que la producción de lágrima sea suficiente.

También es importante determinar previamente el estado del nervio óptico y de la retina, en la medida de lo que permita la córnea.

Las patologías que podrían beneficiarse de una B-Kpro incluyen: fracaso múltiple de injerto corneal, edema corneal no inflamatorio, algunas distrofias y degeneraciones corneales, déficit limbar, aniridia, leucoma cicatricial tras queratitis infecciosa inactiva (herpes simple o zóster, bacterias, hongos), neovascularización corneal, quemaduras (químicas, térmicas), síndrome Stevens–Johnson, penfigoide ocular, atopia grave, enfermedad del injerto contra el huésped y algunos casos de uveítis, entre otras.

Resultados

Los resultados visuales son excelentes en aquellos casos en los que el riesgo de complicaciones es bajo (por ejemplo,fracaso múltiple, edema corneal no inflamatorio, leucoma cicatricial, neovascularización corneal); en estos pacientes se puede llegar a conseguir visiones cercanas a la unidad.

En los casos más complicados – quemaduras y enfermedades autoinmunes – en los que el riesgo de complicaciones es elevado, el éxito dependerá del control de éstas. Aun así, la recuperación visual en estos casos, aunque no sea permanente, permite muchas veces realizar una vida productiva y relativamente normal, con buena visión.

Es muy importante explicarle al paciente las limitaciones de la técnica, sin crearle expectativas innecesarias que puedan afectarle emocionalmente en caso de no conseguir cumplirlas.

Posibles riesgos

Hay que tener en cuenta también que los pacientes que requieren una B-Kpro son casos complicados con patologías asociadas, principalmente glaucoma, que pueden afectar el éxito a largo plazo de la prótesis.

Es importante recordar que estos pacientes requerirán el uso de una lente de contacto terapéutica y el uso diario de antibióticos tópicos en gotas para el resto de su vida. Así mismo, los controles posoperatorios deberán ser frecuentes (tras 6 meses de la cirugía, máximo cada 3 meses) para controlar las posibles complicaciones que puedan aparecer.

Los principales riesgos incluyen: infección corneal y endoftalmitis (inflamación de todo el ojo por dentro), glaucoma (bien sea de nueva aparición o el empeoramiento del mismo), desprendimiento de retina, necrosis corneal (la córnea donante se “deshace” y se adelgaza hasta llegar a perforarse; en estos casos habrá que reemplazar la córnea por otra o realizar una cirugía para cubrir el agujero con parches corneales), entre otros.